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Schneeberger, M., Innovación curricular e innovación metodológica en la enseñanza de la Matemática
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salir de una dificultad, sortear un obstáculo, alcanzar una meta que no era a priori
inmediatamente alcanzable” (Polya, 1945, citado en Elisabettay González Dieterich, 2015:
3). En uno de sus libros, Cómo plantear y resolver problemas, el autor identifica cuatro
pasos:
• Comprender el problema (análisis del enunciado).
• Concebir un plan (determinación de la vía de solución).
• Ejecutar el plan (ejecución de la vía de solución hallada).
• Examinar la solución. Visión retrospectiva (control del resultado obtenido).
Se considera muy relevante tener en cuenta lo que sostiene Johan Espinoza
González, de la Universidad de Granada (España) y profesor titular de la Universidad
Nacional de Costa Rica, en su trabajo “La resolución y planteamiento de problemas como
estrategia metodológica en clases de matemática”. El autor afirma:
Se reconoce que la resolución de problemas es una estrategia metodológica que fo-
menta un aprendizaje significativo de los contenidos matemáticos. Además, promue-
ve el desarrollo de habilidades, destrezas y diversas competencias matemáticas que le
serán útiles a los estudiantes en su vida cotidiana. Esto porque se enfrentan a un
problema que les plantea una serie de retos y dificultades; sin embargo, al resolverlo,
con la ayuda del docente y el empleo de sus habilidades y conocimientos previos,
logran asimilar nuevas habilidades, conocimientos y competencias. También conclu-
imos que la preparación de este tipo de actividades no es tarea fácil, ya que requieren
de la búsqueda y análisis de información previa que permita elaborar un problema con
las características ya citadas y que además posea una intencionalidad didáctica, es de-
cir, que el estudiante aprenda un conocimiento nuevo y que motive a los alumnos a
resolverlo. De igual forma, el trabajo del docente no es sencillo y difiere al de una clase
tradicional. Esto porque tiene que ser ágil en el manejo de los tiempos de clase, pre-
parar con antelación todas las posibles soluciones del problema, poseer un conoci-
miento histórico matemático del concepto a enseñar, motivar a los estudiantes cuando
no encuentran una estrategia para resolverlo y no contestar preguntas que lleven a re-
solver el problema inmediatamente. En este sentido, se coincide con Mancera (2000)
al considerar que, para implementar exitosamente la resolución de problemas, el do-
cente requiere asimilar una serie de conceptos teóricos, así como adquirir la sensibi-
lización necesaria para diseñar situaciones didácticas que le brinden al estudiante la
oportunidad de interactuar con el problema, el saber y los demás compañeros. De
igual forma, debe abstenerse de generar situaciones que tiendan a desequilibrar el pro-
ceso forzando la solución del problema (Espinoza González, 2017: 69-70).
En la elaboración de los instrumentos, es decir de problemas que integran de manera
secuenciada los distintos contenidos, se ha considerado además lo que sostienen autoras
como Furman (2022) y Maggio (2018) en las obras citadas en las referencias, atendiendo
fundamentalmente a la necesidad de innovar y reinventar los procesos de enseñanza y a-
prendizaje con la finalidad de obtener mejores resultados.