@rchivos Nº 7, diciembre 2025
DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA ISSN 2953-4852 (en línea)
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decir, en la elaboración de los resultados del informe se recurrió a una metodología
prospectiva.
Las conclusiones del informe fueron resumidas en tres puntos:
(1) Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial,
industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de
los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los
próximos cien años (…) (2) Es posible alterar estas tendencias de crecimiento y establecer
una condición de estabilidad ecológica y económica que pueda mantenerse durante largo
tiempo. (…) (3) Si los seres humanos deciden empeñar sus esfuerzos en el logro del
segundo resultado en vez del primero, cuanto más pronto empiecen a trabajar en ese
sentido, mayo-res serán las probabilidades de éxito (Meadows et al., op. cit.: 40-41).
Por su parte, el Modelo Bariloche titulado ¿Catástrofe o Nueva Sociedad? Modelo
Mundial Latinoamericano (título más que elocuente en cuanto a que fue presentado como
contracara del Modelo del Club de Roma), desde el punto de vista metodológico recurrió,
por un lado, a la definición de un modelo conceptual de sociedad (la “sociedad ideal”), en
respuesta al planteo del Modelo del Club de Roma sobre el aumento exponencial de la po-
blación, el consumo y el desarrollo industrial como causas de la catástrofe mundial por
venir (límites físicos del planeta), planteando la necesidad de un cambio radical en la orga-
nización social e internacional del mundo basado en la igualdad y la participación de todos
los seres humanos en las decisiones sociales. Por el otro, para contrastar la viabilidad
práctica de la “nueva sociedad”, elaboró un modelo matemático que tenía como finalidad
demostrar que una humanidad liberada del atraso, la opresión y la miseria era un objetivo
posible. Sin embargo, planteaban los autores, que la materialización -o no- de ello
dependía de la voluntad de los hombres, y que si el modelo contribuía a movilizar esa
voluntad en la dirección propuesta, el objetivo que se fijaron habría sido cumplido
(Herrera et al., op. cit.).
Así, en el Capítulo 4 se presentó un MM con el objeto de “determinar cómo, y al ca-
bo de qué plazo, podrán satisfacerse las necesidades básicas” de la población mundial
(Herrera et al., op. cit.: 83). En ese marco, la estructura del modelo fue esencialmente la
de un sistema económico o, más exactamente, de un sistema productivo, y contó con seis
sectores: (1) económico, que incluyó las siguientes variables: a) alimentación, b) servicios
habita-cionales, c) educación, d) otros servicios y bienes de consumo, e) bienes de capital;
(2) pro-ducción; (3) fuerza de trabajo; (4) progreso tecnológico; (5) división del mundo en
bloques, y (6) relaciones económicas internacionales. El modelo contenía, además, un
sinnúmero de variables (e.g., demográficas) que aquí no se mencionan, no obstante lo cual