1° DE SEPTIEMBRE: DÍA DE LA CRIMINALÍSTICA
A propósito de esta conmemoración, el primer egresado de esta carrera que ofrece la FCyT dentro de su propuesta académica, Héctor Peralta; comparte su experiencia y reflexiona sobre la disciplina.
Héctor Peralta fue integrante de la Policía de Entre Ríos -actualmente se desempeña en el Poder Judicial- y como tal en el 2000 fue trasladado a la Dirección Criminalística. Allí se enteró de la existencia de una carrera específica brindada desde la naciente UADER a través de la Facultad de Ciencia y Tecnología. “En esos momentos estaba estudiando Abogacía en una universidad privada, eran tiempos económicos muy duros, años más tarde retomé la carrera y me recibí también. Al enterarme de la posibilidad de formarme en Criminalística no dudé en hacerlo, ya que cuando cursaba en la Escuela de Oficiales tuve materias relacionadas a esta ciencia multidisciplinaria y sus prácticas. No quise perder la oportunidad que se presentaba en una universidad pública y gratuita, ello constituye una gran fuente de progreso en la vida, que iguala a las personas y le otorga acceso a una educación de nivel superior, no importando su condición, ni sus orígenes, ni su forma de ser, ni de pensar, ni sus creencias”, comenta al respecto.
Peralta inició sus estudios en 2001, primer año en el que se comenzó el dictado de la carrera. Con ciertas complejidades que tenía para el cursado durante los días de guardia, fue avanzando con algunas asignaturas libres y con contemplaciones del cuerpo docente para las personas que trabajaban. Esta situación fue mejorando con el tiempo. “En el tercer año de cursado, en el trabajo comencé a desempeñarme en otra área-la División Scopometría- los jefes que tenía también eran profesores de la casa de estudios (Cristian Castiglionis, Ángel Iturria, Horacio Claría, Marcelo Leonhardt), ellos me ayudaron mucho, no solo en la autorización para no perder los días de clases sino también en los conocimientos que me han brindado. Ahora, pienso que si pude llegar a cursar siete carreras de pre grado, cuatro de grado y dos posgrados, es porque tuve la oportunidad de apoyarme en los hombros de gigantes, que han depositado en mí las ganas de construir conocimientos”, indica sobre sus diversos trayectos académicos.
En determinado momento se realizó una transición y cambios en los planes de estudio. Al respecto, Héctor sostiene que “fue traumático, pero como ya habíamos recorrido tanto, hice el esfuerzo de cursar las cátedras que se anexaron al nuevo plan. Luego de unos años la carrera logró el reconocimiento oficial y validez nacional lo cual fue muy importante”.
“En la actualidad y habiendo transitado los pasillos en sus comienzos puedo decir que ha progresado de manera exponencial. Se ha avanzado mucho, ahora existe un espacio académico acorde, biblioteca, áreas de atención con mayor eficiencia y efectividad, avances tecnológicos, ámbitos de prácticas forenses, entre otras cosas. Pero, debo reconocer que al comienzo se hacía todo a pulmón, al pasar los años se fueron puliendo los errores y se iba avanzando hacia la normalización”, reflexiona sobre los avances en el tiempo.
Sobre los aportes que hace a la sociedad la Criminalística, el profesional expresa que es de suma importancia, desde los cimientos construidos por los pioneros de la Criminalística, pasando por el gran Vucetich que desde Argentina fue el primero en crear un sistema que todavía se aplica en varios países (S.D.A.). El trabajo criminalístico es gravitante en la investigación criminal científica, no sólo en los primeros momentos de un hecho, sino también su labor en el laboratorio. Los llamados testigos expertos o calificados, son valorados en los tribunales para dictar sus sentencias con mayor relevancia que otros órganos de pruebas que se presentan. La importancia de ello es, en primer lugar, el de utilizar base técnica/ciencia, lo que le da una impronta de objetividad. Ese aporte, ese trabajo, esa actividad es en pos de brindar sus conocimientos a los operadores judiciales. Esos conocimientos proporcionan un aporte axiológico en la búsqueda de la verdad, para que se llegue a fallar con justicia, esa justicia que la sociedad reclama con todo derecho y que el/la profesional en criminalística interviene para que ello ocurra”.