La FCyT ha puesto en marcha una serie de acciones para un acceso seguro a la Sede Central Oro Verde, tanto para peatones como vehículos. En ese marco, se gestionó la instalación de un sistema de fiscalización electrónica de tránsito, monitoreado por la División Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos. 

La fiscalización vial mediante sistemas electrónicos se lleva a cabo a través de la utilización de dispositivos o equipos automatizados de captación de presuntas conductas infractoras. Los controles en los accesos a la FCyT tienen como finalidad primordial incrementar la seguridad de peatones y vehículos en una zona altamente transitada. 

“Tenemos como prioridad garantizar la seguridad de nuestros estudiantes, docentes, trabajadores administrativos y de servicios y también de la comunidad porque estamos convencidos que ninguna víctima en un siniestro de tránsito es aceptable”, explicó el decano de la FCyT, Abog. Esp. Juan Pablo Filipuzzi. “La fiscalización a través de cámaras es una herramienta fundamental para mejorar la conducta de los automovilistas. No obstante, queda mucho por hacer para mejorar la seguridad”, agregó.

Las autoridades y el equipo de gestión de la FCyT habían mantenido reuniones con autoridades provinciales y policiales para mejorar las condiciones de seguridad de quienes llegan hasta la Sede Central Oro Verde, en la búsqueda de alternativas para hacer un cruce seguro.

Esas gestiones para un ingreso seguro se iniciaron en enero 2024 y el sistema de monitoreo dispuesto estará a cargo de la División Prevención y Seguridad Vial de la Policía a través de un sistema que está sujeto a verificaciones periódicas.

Al momento de instalar los nuevos dispositivos, se tuvieron en cuenta distintos criterios: por ejemplo, se identificaron las zonas más peligrosas de ingreso y egreso, con mayor riesgo peatonal; y el hecho de que se trata de un tramo de la ruta provincial donde los vehículos circulan a gran velocidad, por lo que se consideró la necesidad de evitar que haya incidentes graves. Se colocó cartelería específica y se disminuyó la velocidad máxima permitida estableciéndola en 60 km/h.

La instalación fue posible gracias al trabajo articulado con la  Policía de Entre Ríos y con la Dirección de Vialidad Provincial y forma parte de las acciones enmarcadas en el programa Comunidad FCyT del plan de gestión.