LA FCYT REAFIRMA EL COMPROMISO PARA PREVENIR EL EMBARAZO NO INTENCIONAL EN LA ADOLESCENCIA

 El 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia y la efeméride representa una oportunidad para visibilizar la importancia de la educación sexual integral como una herramienta para el mejoramiento de la salud de niñas, niños y adolescentes.

Argentina es un país pionero en materia de legislaciones que promueven los derechos sexuales y reproductivos, y muchos logros fueron posibles a partir de la implementación de políticas públicas en el campo de la educación y la atención de la salud.

“No intencional” es una forma de caracterizar un embarazo que no es la consecuencia de un propósito previo, sino que ocurrió por la falta de uso de métodos anticonceptivos en las relaciones sexuales, por la falla o mal uso de algún método o como consecuencia de abusos sexuales o violaciones.

Las estadísticas revelan que entre 2010 y 2020 –para tomar el último registro previo a la pandemia–, la provincia exhibe una caída en el número de niñas y adolescentes que fueron madres antes de cumplir 19 años: de once nacimientos por día que se registraron en 2010, pasaron a cinco nacimientos por día en 2020; y también en la incidencia total, ya que la tasa de hijas e hijos de madres adolescentes sobre el total pasó de 19,4 por ciento en 2010, a 11,38 por ciento en 2020.

Un dato que no reflejan las estadísticas es que los embarazos en la adolescencia no solo generan consecuencias emocionales sobre las personas gestantes, sino que comprometen sus trayectorias educativas, laborales y sus vínculos sociales.

Sin embargo, es posible advertir un sostenido y significativo descenso en el número de nacimientos de niñas y niños gestados por madres menores de 19 años en el último lustro en la Argentina y también en Entre Ríos.

Los datos tienen una relación directa con la implementación de políticas públicas de contención de adolescentes, y una de ellas ha sido el Plan Nacional para la Prevención y Reducción del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), una iniciativa coordinada de los ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación, con una mirada integral e intersectorial que busca dar respuestas a un problema que afecta a los adolescentes en el país.

En la provincia, el Plan ENIA trabaja con las escuelas secundarias de gestión pública de los departamentos Paraná, Concordia y Gualeguaychú a través de la Educación Sexual Integral (ESI) y, según los datos oficiales, en lo que va de este año, 15.397 estudiantes entrerrianos de realizaron al menos una actividad de ESI en el marco del Plan ENIA.

Verónica Villagra es trabajadora social y asesora pedagógica del Plan ENIA en la provincia. Específicamente, se desempeña en el área de la educación, acompañando a los equipos docentes en la elaboración de contenidos para la implementación de la ESI y colaborando en la planificación, capacitación y ejecución de talleres. Está segura de que el plan nacional, a través del trabajo en las escuelas y en el territorio, “viene trayendo muchos frutos en la prevención del embarazo no intencional en la adolescencia”.

“La ESI es fundamental en estos tiempos; la educación y específicamente la educación sexual integral, constituye un derecho humano fundamental para los estudiantes en la adolescencia; y el Plan ENIA es un aporte sumamente importante que contribuye en ese sentido, por eso es fundamental fortalecer y defender estos espacios”, asegura.

Por su parte, Jimena Santa Cruz, coordinadora del Área de Géneros y Diversidades de la FCyT, resaltó que “las distintas líneas de trabajo tienen en cuenta que los embarazos no previstos en adolescentes están pensadas para todas las clases sociales”, pero advirtió que “la maternidad adolescente se registra con mayor frecuencia entre las chicas con menos recursos económicos, sociales y culturales” y agregó que “la no planificación del embarazo afecta la salud, el bienestar y las oportunidades de estudio, trabajo y desarrollo personal de nuestras niñas, niños y adolescentes”.

De allí que las acciones se desarrollan en las escuelas, a través del Ministerio de Educación, pero también en los centros comunitarios con la participación de operadores del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) y del Ministerio de Desarrollo Social, que trabajan llevando la ESI a los barrios en conjunto con organizaciones civiles, en un trabajo intersectorial.

Entre Ríos se destaca por la gran cantidad de estudiantes que realizaron al menos una actividad ESI-ENIA, es decir, el Estado, a través de sus dependencias y sus trabajadores se presenta como garante de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, no se debe perder de vista que el embarazo no intencional en la adolescencia es una problemática que debe ser abordada desde múltiples aspectos y con la intervención y compromiso de distintos actores sociales que se comprometan en la prevención, abordando estas situaciones desde una perspectiva de derechos.