“VIAJAMOS PARA CONOCER UN SISTEMA ALTERNATIVO DE EDUCACIÓN UNIVERSITARIA”
#Crónica: Firma de convenio entre la Facultad de Ciencia y Tecnología y la UNICAM – SURI del MOCASE
En el terreno irregular el viento moldea las construcciones que se levantan de barro y palma. Hay una biblioteca hecha de piedras, adobe y maderas. Se ve una cocina, hornos de barro dispuestos en distintos lugares, un salón de uso común que oficia de aula y a su vez reúne en cada ocasión a los pobladores de Villa Ojo de Agua, Santiago del Estero.
De lejos se escuchan los camiones en la ruta. Suena una radio de fondo, con la particular estructura de iglú porque, ellos explican: “nos gusta romper con las estructuras cuadradas de las construcciones”.
A raíz de la visita de integrantes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y de la Universidad Campesina (UNICAM – SURI / Sistemas Universitarios Rurales Indocampesinos) a la Sede Central Oro Verde de la Facultad, nació la idea de firmar un convenio para intercambiar experiencias educativas.
Así fue que en septiembre las autoridades de la Facultad emprendieron viaje a Villa Ojo de Agua, un poblado santiagueño ubicado apenas a unos kilómetros de la frontera cordobesa. Allí el decano de la Facultad, Lic. Marino Schneeberger, y la secretaria de Extensión, Mg. Adelina Ale, invitados por el fundador, el filósofo Ángel Strapazzon, pasaron dos días en la UNICAM, fundada el 17 de abril de 2013, Día Internacional de la Lucha Campesina.
Al costado de la RN Nº 9, donde el mojón indica el km. 924, los esperaba el Prof. Manuel Ramat, director del Profesorado en Tecnología y artífice esta experiencia. Hay espinillos y unos algarrobos que aún no brindan la sombra que los veranos con más de 40º exigen.
“Desde la ruta pueden verse algunas casas sobre el cerro. Yo conocía su historia pero la percepción cambia cuando uno camina por esas tierras de cactus. Su gente, su filosofía, todo te lleva a un lugar en el que tenés que estar para poder describirlo,” expresó el decano.
La UNICAM forma a campesinos en Agroecología y Desarrollo Rural, Derechos Humanos y Territorio, Música y Cultura Popular y Gestión de Medios Populares de Comunicación y para esto cuenta con el aval de las universidades nacionales de La Plata y Quilmes, del Ministerio de Agricultura de la Nación y ahora se suma la UADER desde la Facultad de Ciencia y Tecnología.
Las primeras conversaciones dejan entrever que pueden vincularse carreras como las licenciaturas en Gestión Ambiental y Biología o las tecnicaturas en Granja y Producción Avícola y Agropecuaria. También surgió la idea de compartir experiencias con los equipos de DDHH y la de realizar intercambios estudiantiles.
“Viajamos para conocer un sistema alternativo de educación universitaria. Nosotros tenemos una gran expansión territorial pero un modo de gestión que replica en cada sede el mismo funcionamiento. La UNICAM, en cambio, plantea un proyecto político pedagógico que empodera al campesinado para defender su cultura. Este viaje es un modo de abrirnos a otros modelos. Si uno no vive estas experiencias que te sacan de la comodidad conocida es difícil pensar en nuevos modos,” expresó el decano.
Se acercaba el momento de irse. La secretaria de Extensión entregó a los anfitriones un mate realizado por los internos de la Unidad penal N° 1, donde la Facultad participa del programa de la Universidad “Educación en contextos de encierro”, experiencia que sorprendió tan gratamente a los integrantes de la UNICAM que solicitaron conocer esos espacios en una nueva visita a la Facultad. “Así como nosotros queríamos conocer esta experiencia de educación universitaria que es la UNICAM, ellos desean acercarse a nuestro modelo de gestión basado en la expansión territorial. Para eso vamos a organizar una recorrida por todas las sedes”, explicó la Mg. Adelina Ale.
Dos modos de concebir la educación se encontraron para elaborar algo nuevo, algo que enriquezca las prácticas particulares a partir de lo que estos dos mundos tienen en común. “Son dos modelos de universidad distintos pero es una experiencia que tenemos que ensayar. Nuestra obligación es resguardar la calidad académica y certificar que los conocimientos sean aprendidos en el trayecto,” explicó el Lic. Marino Schneeberger.
“La vida está basada en el trabajo comunitario, cada uno tiene tareas asignadas durante el día y la hora de la comida vuelve a reunirlos”, relató la secretaria de Extensión. Antropólogos, economistas, pedagogos, filósofos, una analista internacional francesa y campesina por elección. Todos hacen una sola fila para servirse la ración que alguno preparó en los hornos de barro.
La camioneta emprende el regreso a Paraná y la villa permanece entre los cerros. Como todos los días en Ojo de Agua, a las 9 de la noche se apaga el generador de energía, sólo el sonido de la naturaleza queda despierto. Y el inmenso cielo santiagueño se puebla de estrellas.
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Fuente: Área de Comunicación Institucional de la Facultad