MOVILIDAD MERCOSUR: LA EXPERIENCIA DE LOS PROTAGONISTAS: “VALE LA PENA ESTUDIAR”

Yanina Vaccari y Joâo Víctor Oliveira Araujo son estudiantes que eligieron ser parte del Programa de Movilidad Mercosur (PMM). En una charla con el Área de Comunicación de la Facultad brindaron detalles de la experiencia y aseguraron después de lo vivido que “vale la pena estudiar”. Los estudiantes estuvieron acompañados por la Prof. Raquel Abud , responsable de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia y Tecnología.
El Programa de Movilidad MERCOSUR en Educación Superior estuvo basado en los principios de solidaridad, respeto por la diversidad, inclusión social, transparencia, calidad, confianza, flexibilidad, mejora continua, evaluación, interdisciplinariedad, e integralidad. El objetivo central fue darles la oportunidad a estudiantes universitarios de los países que conforman el Mercosur a viajar o otros países –del mismo bloque- incorporándose en la vida universitaria foránea. 

Las historias
Joâo Víctor Oliveira Araujo vive con su abuela en Maceió capital del estado de Alagoas, al noreste de la República Federativa del Brasil, a poco más de 4 mil kilómetros de Paraná, Entre Ríos, ciudad que eligió para el intercambio en el Programa Mercosur.
Joâo estudia la Licenciatura en Lengua Española en la Facultad de Letras (FALE) de la Universidad Federal de Alagoas. Se enteró del PMM por un cartel que colgaba de una de las paredes de su Facultad y no dudó en inscribirse. “Estudio una lengua extranjera y siempre pensé en visitar algún país cuya lengua natal fuese el español”, comentó. “Mis docentes de lengua nos incentivan permanentemente respecto a la posibilidad de viajar, siempre destacan que es una oportunidad muy buena”, contó Joâo.
El estudiante brasileño logró el intercambio a partir de una vacante que se produjo. Apenas pudo se contactó con la Profesora Raquel Abud  y fue ella quien “terminó de entusiasmarme y a la vez tranquilizarme mucho. Esas charlas fueron decisivas” dijo.
Joâo está cursando materias del Profesorado de Educación Tecnológica en la sede Escuela Normal de la Facultad. Si bien es una carrera que no coincide curricularmente con el trayecto académico que hace en Brasil, la Prof. Abud aclaró que para la movilidad no es requisito excluyente el coincidir las carreras sino encontrar contenidos significativos y complementarios para el desarrollo profesional y académico de los estudiantes.
En Paraná, donde estará hasta el mes de agosto, Joâo vive en una residencia con 16 estudiantes de toda la Argentina. “Eso posibilita aún más el intercambio, dice Joâo, ya que he hecho muchos amigos, y también me han adoptado en las familias de ellos”. “Paraná es hermosa, me gusta mucho”, aclara el estudiante.

 

De San Jaime al estado de Minas Gerais
Casi 300 kilómetros separan San Jaime de la Frontera, Entre Ríos, de su capital, Paraná. Es la distancia que alejó a Yanina Vaccari de su familia para estudiar el Profesorado de Matemáticas en la Facultad de Ciencia y Tecnología. En 2012, su pueblo natal quedó a algo más de 2mil kilómetros, cuando movilizada por sueños, expectativas e incertidumbres quedó seleccionada para residir por seis meses en la ciudad de Diamantina en el estado de Minas Gerais, Brasil. Allí tomó clases en la Licenciatura de Humanidades y de Ciencia y Tecnología en la Universidad Federal de Minas Gerais.
“Me movilizó mucho la posibilidad de acercarme a la enseñanza de la Matemática en otro país, contó Yanina. Me enteré del Programa por un afiche colgado en la Escuela Normal, indagué en el sitio web y me encantó”. En esta historia, la Prof. Abud tuvo también mucho que ver, ya que ayudó a Yanina a tramitar su visa y hacer los contactos con sus pares brasileños.
Viajé muy segura ya que sabía que sabía que había gente esperándome. Esa situación me tranquilizaba mucho” contó Yanina. “Viajé y compartí la experiencia con una estudiante de San Juan y otra la República Oriental del Uruguay”.
Yanina recuerda que todo era “mucho más hermoso de lo que me había imaginado”. “Para mí la residencia era mi casa, me adapté enseguida, hice muchas amistades, conocí mucha gente”
Cuando describe la ciudad brasilera resalta que “es más chica que Paraná, pero muy pintoresca. Es muy colonial y sus habitante recuerdan permanentemente que fue una de las ciudades referentes de la esclavitud en la época de los virreynatos”. Un dato no pasó de largo en su relato: en la residencia compartió la cotidianeidad con estudiantes franceses, mozambiques y de varios países de América Latina.

Lo que queda
Cuando intentan una reflexión final de lo vivido, ambos jóvenes coinciden en que no hay que perder las oportunidades, pero también hay que saber que hay que estudiar, tener un buen rendimiento académico (requisito fundamental en la elección de candidatos) y animarse a vivir estas experiencias que abren puertas al mundo y , lo más importante, posibilitan el crecimiento personal, profesional y fundamentalmente humano