Escribe: Abog. Luciano Filipuzzi (Rector UADER 2020-2024, reelecto para el período 2024-2028).

Hoy asumo mi segundo mandato al frente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, esta institución que abre un nuevo período mirando al futuro, con los pies en tierra firme, con la certeza de la potencia que se sustenta en su historia pero, ante todo, en los desafíos trazados hacia adelante.

La fortaleza institucional ganada con el tiempo, el diálogo y los rumbos claros me han puesto al frente de esta etapa, que asumo con la certeza de portar el timón de una Universidad que arriba a sus 25 años con un protagonismo contundente en el acontecer de la región y una identidad clara del rol que le corresponde.

Ese rol no es otro que ser actor clave de la dinámica económica, social, productiva y cultural de Entre Ríos y la región. La UADER encara este proceso siendo protagonista del desarrollo de la provincia. Asume esta misión a como dé lugar, gestionando, con aliados estratégicos; sin resignar ante nada la enorme responsabilidad que nos toca de ser un puente inexorable hacia el futuro.

Venimos a hacer cosas, a dejar huellas. No venimos a pasar desapercibidos. Tenemos con qué: un ejercicio maduro de la democracia, una dinámica fluida del cogobierno, del debate interno y de los consensos alcanzados que potencian la claridad para transitar este rumbo.

La relación con el Estado provincial se ha vigorizado. La presencia del gobernador Rogelio Frigerio, siendo testigo de la Asamblea Universitaria, es un símbolo de ese vínculo que se basa en tener presente que UADER es la Universidad de los entrerrianos, sostenida por los entrerrianos y para los entrerrianos.

En los últimos cuatro años, los desafíos fueron quedando plasmados. De algún modo, la UADER eligió un norte cuando distinguió una trayectoria de vida en la persona de Héctor Motta, Doctor Honoris Causa de la Universidad. Honramos, como institución académica, el trabajo arduo, la convicción, el empeño y la apuesta fuerte por alcanzar los grandes sueños aquí, en suelo propio. Lo mismo hicimos cuando distinguimos honoríficamente a la Dra. Rosario Badano, abrazando con este reconocimiento su trayectoria de lucha y la identidad de nuestra Universidad en clave de derechos humanos.

En este camino, en un año significativo para nuestra Universidad, junto a las universidades hermanas de la región y de la mano de los sectores productivos, asumimos la voluntad de plasmar lo que, en un principio, parecía imposible: AFIDE 2024 tuvo sede en Paraná, el congreso internacional del emprendedurismo y la innovación dejó marcado el horizonte.

Transformación digital, innovación y desarrollo son propulsores de la vida institucional. Hoy son un norte claro para la enseñanza, la investigación y la extensión que se proyecta en las facultades de la Universidad. La pandemia nos marcó en este sentido: la educación debe ser accesible para todos, en todo lugar. Impulsar la virtualidad fue un desafío y es, hoy, un compromiso.

Se ha garantizado lo indispensable para ofrecer propuestas de formación de manera virtual. Y de forma paralela dimos pasos firmes para consolidar a la UADER en el cuarto nivel, ofreciendo a los docentes e investigadores propios, pero también a los de la región y el país, el Doctorado en Educación con Mención en Didácticas Específicas, y el Doctorado en Ciencias Aplicadas. Es el aporte que como institución hacemos a la ciencia y a la investigación de los asuntos que atañen a la región.

Hemos dado pasos claves con la puesta en marcha de la expedición digital de los títulos, diplomas y certificaciones de nivel superior, en el marco de la ordenanza del Consejo Superior que instrumentó el Sistema Único Documental (SUDOCU), plataforma de Gestión Integral de documentos y trámites. Comenzamos este año con egresados de siete carreras de la Facultad de Ciencias de la Gestión de la sede Paraná, y planeamos finalizar el proceso en 2025, habilitando a los egresados de todas las carreras de la Universidad a que puedan tramitar su título de manera digital.

Nos proyectamos. La UADER deja atrás su comunidad nómade y da pasos certeros abriendo las puertas del Campus. Se hizo esperar y queda mucho por hacer pero estoy seguro que habitaremos nuestra casa durante el ciclo lectivo 2025.

El edificio propio es un anhelo que marca la historia de UADER. No hay protagonista de la vida de nuestra Universidad al que esa consigna no le resuene en su propia trayectoria. Es mucho más que un espacio físico. Es el corazón simbólico y funcional de una comunidad universitaria que crece y se proyecta hacia el futuro.

Acá estamos. En suelo propio. Con los desafíos a la vista. Con una fortaleza inusitada. Con la confianza que nos devuelve, como en un espejo, lo que Entre Ríos espera de nosotros. Se espera mucho de UADER. Y acá estamos