Día de la Seguridad Vial – 10 de junio de 1945 – 10 de junio de 2013. 

Por: Prof. Lic. Eduardo A. Acosta. Licenciado en Accidentología Vial. Director de la carrera Licenciatura en Accidentología Vial – Facultad de Ciencia y Tecnología – UADER)

  Como cada 10 de Junio nos preguntamos acerca de las cuestiones referidas al tránsito y en especial a los accidentes que se desprenden como saldo negativo de la necesidad de transitar y trasladarnos de un lugar a otro. Sabemos que es uno de los factores de muerte más importante entre la población de menores de 29 años, que las lesiones causadas por el tránsito son la octava causa mundial de muerte y que en el mundo el saldo anual de muertes es de 1,24 millones, sumando a ellos cientos de miles de heridos y/o discapacitados.

  La Organización Mundial de la Salud lo considera una pandemia que afecta a cada país del mundo y principalmente a países en vías de desarrollo, los cuales destinan valores que superan al 2% del PBI para responder ante los daños, heridos y muertos como así también al sistema de salud en general. En nuestro país, según datos estadísticos, se calcula que en el país mueren entre 20 y 22 personas por día aproximadamente a causa de siniestros viales y en nuestra provincia los valores rondan los 300 muertos anuales; estos valores surgen a pesar de los deficientes sistemas de recolección de datos que no permiten planificar acciones de prevención.

  Esta fecha conmemora el día que fue impulsado el Decreto N° 12689/45, el cual se hizo ley el 30 de septiembre de 1949 y a partir del cual se le otorga a la Administración General de Vialidad Nacional la facultad de tomar medidas inherentes a lo vial, instaurándose como primera medida llevada a cabo por la misma el cambio de mano de los vehículos, los cuales hasta ese entonces circulaban por la izquierda al estilo inglés. Esperamos que esta fecha sirva también para conmemorar y recordar a cada una de las miles de víctimas que nuestra sociedad ha perdido a causa de los accidentes de tránsito.

  La seguridad vial no hace solo al individuo que se traslada en vehículos o colectivos o camiones sino que hace a una construcción social, es decir, a brindar un sistema vial saludable para todos aquellos actores que hacen uso de él. Seguridad tanto como peatones, siendo ésta nuestra primera situación de responsabilidad vial que poseemos hasta tanto contamos con la edad suficiente para acceder a otros tipos de movilidad, como ciclistas o en una instancia siguiente como conductores que en la mayoría de los casos transportan en ese rol a familiares, amigos, niños que van a la escuela, pasajeros del transporte público, etc.

  El Estado debe brindar seguridad vial a partir de la elaboración de políticas que propicien la seguridad de los individuos en el sistema viario, pero al mismo tiempo es responsabilidad de cada uno de nosotros desde el lugar que ocupamos en la sociedad junto a nuestros seres queridos, contribuir a que las acciones perjudiciales al tránsito no sean naturalizadas como algo habitual y común, sino exigir que esas acciones sean transformadas a partir de la educación y concientización en valores de responsabilidad y solidaridad, propiciando una instancia saludable para quienes día a día hacemos uso de la vía.